Sabina, paqueta

El domingo 19 de abril de 2009, un acto presidido por el jefe del Estado Mayor General de la Armada, almirante Jorge Omar Godoy, contó con la presencia de la subsecretaria de Formación, Dra Sabina Frederic, en representación de la Ministra de Defensa (antes, iban los presidentes). Sabina es licenciada en Antropología Social. Recibida en 1991 en la UBA, colaboró desde siempre con las Madres de Plaza de Mayo.
Entre los logros académicos de Sabina se destacan: Profesora del Doctorado en Ciencias Sociales IDES UNGSM, curso a cargo: Etnografías de la Política. Octubre 2008; Profesora del Doctorado en Ciencias Políticas, curso a cargo: Etnografía y Métodos Cualitativos. Escuela de Política y Gobierno UNSAM; Profesora del Doctorado en Antropología social, curso a cargo: Etnografía y Métodos Cualitativos. IDAES-UNSAM. En 2007, Profesora de la Maestría en Políticas Publicas y Gerenciamiento del Desarrollo, Curso a cargo: Métodos y Técnicas de la Investigación Cualitativa; Escuela de política y gobierno. UNSAM; Profesora de la Maestría en Ciencias Sociales y Humanidades de la UNQ. Curso Dictado: Métodos Cualitativos y Etnográficos de Investigación; Profesora de la Maestría en Ciencias Sociales y Humanidades de la UNQ. Cursos dictados: Antropología Social y Cultural, y Métodos Cualitativos y Etnográficos de Investigación; Profesora Visitante de la Maestría en Antropología Social, IDAES-UNSAM/IDES. En el 2004 fue Guest Lecturer en el “IAI Institute on Urbanization and Global Environmental Change in Latin America; Tema: “Metodología de la Investigación Cualitativa y Etnográfica en áreas urbanas”; organizado por el Inter-American Institute for Global Change Research (IAI) y el Instituto Nacional de Ecología de Mexico (INE).
Provocó gran irritación la forma en que Sabina se presentó al acto militar. Puede pensarse en otra situación animada por la voluntad de confrontación de los ocupantes del PEN.
Surge un obvio contraste con los atuendos de 70 mil dólares que, se afirma, suele lucir la Presidente.
Para dirigirse a Sabina: sabina.frederic@mindef.gov.ar.

Ursino, primero

La lista 111 que proponía como primer candidato a concejal a Roberto Ursino se impuso ayer en las internas. Los comicios se desarrollaron en el distrito de Bahía Blanca y en toda la Sexta Sección.
Por otra parte, de acuerdo a los cómputos provisionales de la junta electoral, la nómina que llevaba como primer candidato a diputado provincial al intendente de Daireaux, Luis Oliver (foto), obtuvo en los 22 distritos del sudoeste bonaerense 3.933 votos contra 3.077 de la encabezada por Aldo Mensi, jefe comunal de Coronel Pringles.
El tercer lugar lo ocupó el concejal de Bahía Blanca, Eduardo Retta, que cosechó 837 votos.
De acuerdo a las aproximaciones que se hacían anoche, y teniendo en cuenta el sistema D'Hont que utiliza la UCR para distribuir sus cargos electivos, la lista de candidatos definitivos lo tendrá a Oliver en el primer lugar, seguido por Mensi y posteriormente Susana Dibbern de Tres Arroyos y Julia Elena Mors de Tres Lomas.
Esta será la lista que en los próximos días comenzará el proceso de fusión con otras agrupaciones a los efectos de conformar las candidaturas para el 28 de junio.
En lo que hace a concejales en el distrito de Bahía Blanca, la lista emergente de la interna tiene en los primeros lugares, luego de Ursino, a Patricia Piersigilli (lista 111), José Luis Malet (lista 21), Andrea Mariño (Lista 111) y Luis Benzi (lista 99).
Ursino cosechó en Bahía Blanca 755 votos contra 368 de Malet y 221 de Benzi, registrándose un total de 1.355 sufragantes.
Por su parte la lista encabezada por Oliver consiguió en esta ciudad 737 votos, la de Retta 387 y la de Mensi 218.
Los lugares de votaciones habilitados fueron el comité central de la UCR y los subcomités de Ingeniero White, Cabildo, Villa Rosas y Las Villas.
En las elecciones generales del 28 de junio en Bahía Blanca se renuevan 12 concejales y 3 consejeros escolares, mientras que en la Sexta Sección 11 diputados provinciales.
La lista ganadora 111 representa al denominado Grupo Cochicó que contiene a la mayoría de los jefes comunales de la Sexta Sección, entre ellos, Horacio López de Puan, Alberto Cordero de Guaminí y Raúl Mujica de Villarino y del candidato a diputado nacional en segundo término de la UCR bonaerense, Juan Pedro Tunessi.

En la región
En el distrito de Daireaux la lista de Oliver consiguió 634 votos, la de Mensi obtuvo 88 y la del concejal de Bahía Blanca, Retta, obtuvo un sufragio.
En Villarino, donde se habían presentado dos listas para concejales, se impuso la 101 con 528 votos encabezada por Guillermo Di Rocco, Elsa Villanueva y Claudio Pezzutti y que responde al intendente Raúl Mujica.
Por su parte la 11,5 motorizada por el diputado provincial Jorge Simoni, obtuvo 267, siendo sus primeros candidatos Néstor Giambartolomei y Graciela Almirón.
No obstante, en la mayoría de los distritos del sudoeste bonaerense se habían conformado listas de unidad.

Al Bicho León

Un sentido homenaje desde el afecto, la fraternidad y el disenso a un político de raza. Luis León fue la fiel expresión de un estilo y a una concepción de la ética política hoy ausente de representantes.
Al filo de los 86 años, internado en un geriátrico y fuera ya de la vida política, falleció a fines de Marzo Luis Agustín León, correntino achaqueñado, radical de cepa, carne y hueso, hombre bueno y político decente como ya –casi– no quedan.
Fue mi amigo y más que eso: un prócer para mi pequeña familia, compuesta por casi todos radicales que en los ’50 y ’60 recorrían los comités del Chaco, por caminos de tierra, bosques y aguadas, haciendo una docencia política formidable porque se basaba en ideales, discursos y postulados éticos, y no en dádivas clientelistas.
Seductor, tanguero, simpático, caballeroso en el cuidado de las formas y en su vestimenta, el Bicho fue, para mí, modelo de varón y de político. De traje o con su atuendo favorito –saco azul de tres botones, pantalón gris, camisa blanca o celeste y corbata al tono– era una especie de dandy, un raro cajetilla populista con entrada segura en el pobrerío provincial. Jugador de loba y de póker hasta el amanecer (o hasta que lo desplumaran) timbeaba por gusto y no por vicio, y jamás se le arrugó ni la corbata. “Que nunca se te afloje el nudo”, era uno de sus consejos, guiñando el ojo.
Le encantaban los apotegmas. “Sólo mostrar la blanca espuma”, me decía sonriente. “Bueno que no te vean lo negro del culo, pero mejor tener el culo limpio”, y encendía un puro barato, un Avanti, porque solía tener más deudas que fortuna. Claro que lo fumaba como un aristócrata, como Hemingway o Fidel Castro, con quien más de una vez compartió tabacos.
Texto del escritor Mempo Giardinelli, de militancia peronista.
La foto corresponde a una de las visitas de L.A. León,ante internas. Con él, los Mata, Tamames, Valenti, M. González y otros amigos.

Terragno despide a RA

El prestigioso diario madrileño "El País" eligió a Rodolfo Terragno para escribir la despedida a Raúl R. Alfonsín. El texto, que se reproduce a continuación, apareció el 3 de abril de 2009.

Las fuerzas armadas exigían impunidad: querían la protección de Raúl Alfonsín para los militares que –entre 1976 y 1983-- habían sido protagonistas del más impío terrorismo de Estado. No les parecía una exigencia desorbitada; al fin de cuentas, después de cada dictadura, Iberoamérica siempre tuvo leyes de olvido. Alfonsín se negó a imponer la amnesia e hizo que los antiguos dictadores rindiesen cuentas ante la justicia. El general Jorge Rafel Videla y el almirante Emilio Massera fueron condenados a reclusión perpetua.
Resulta casi ocioso recordarlo: es por aquellos juicios que tuvo mayor nombradía, fuera de su país, el hombre que acaba de morir en Buenos Aires.
Sin embargo, Alfonsín no fue solamente el osado y recto civil que enjuició a las Juntas. Fue, también, el autor del último gran plan de desarrollo que tuvo la Argentina.
Él sabía que, sin economías de gran escala, era imposible expandir la ciencia, modernizar los modos de producción y rellenar, así, la “brecha tecnológica”. Fue por eso que --además de sentar, con el brasileño José Sarney, las bases de Mercosur-- imaginó una Comunidad Económica Latinoamericana.
En 1985, encomendó a Saburo Okita —artífice del "milagro japonés"— un "Estudio sobre el Desarrollo Económico de la República Argentina". Él suponía que las recomendaciones de Okita (presentadas en 1987) servirían de cimiento a un edificio latinoamericano, caracterizado por la división del trabajo y la cooperación.
Para impulsar semejante proyecto desde la Argentina, hacía falta, fronteras adentro, suscitar una revolución pacífica, que no podía lograrse sin “convergencia democrática” y continuidad.
Se ilusionó, Alfonsín, con una reforma constitucional que alumbrara la Segunda República. La deseaba parlamentaria porque aspiraba a forzar el pluralismo y los acuerdos, cerrando las puertas a futuros caudillismos y tentaciones hegemónicas. Creía que la democracia no podía ser dictadura de las mayorías, y lo sostenía aun cuando las mayorías estaban de su lado.
Mientras procuraba la reforma política, emprendió las más audaces y (para muchos) desconcertantes reformas económicas.
El no adhería a dogmas. No era estatista ni privatista.
Privatizó industrias y servicios que demostraron ser más útiles en manos de particulares. En cambio, no se desprendió de las empresas públicas que podían catalizar el desarrollo; ni las mantuvo como estériles monopolios estatales. Quiso tener al capital privado, no como dueño de esas empresas, sino como socio estratégico. Así, en el caso del petróleo, mantuvo la YPF estatal, pero hizo que la empresa otorgara permisos de exploración por 1.300.000 km2 y formara joint ventures para explotar reservas comprobadas. Como resultado, la Argentina –que en 1983 importaba crudo—logró su autoabastecimiento.
"Imaginación y coraje", pidió Alfonsín en 1986, cuando propuso trasladar la capital a Viedma, 960 kilómetros al sur de Buenos Aires. Pretendía desconcentrar la economía argentina, separando el centro políticos del financiero, y promoviendo las economías regionales.
Hubo en él exceso de arrojo, en tiempos que ni siquiera dejaban cumplir con las rutinas de un gobernante poco ambicioso. La recesión del Primer Mundo era tan fuerte como la de hoy, en medio de una inflación que batía récords. Latinoamérica, agobiada por la “crisis de la deuda” y la depreciación de los commodities, atravesaba su “década perdida”.
Alfonsín resistió el tsunami económico, como resistió las huelgas crónicas y los conatos de golpe militar.
Dejó el poder después de 2.037 días.
No pudo cumplir todos su sueños. No importa. Alcanzó a fijar los temas que (aún hoy) forman la agenda argentina: seguridad jurídica, continuidad, limitación del poder presidencial, diálogo, asociación del Estado y el sector privado, fomento de las ciencias, modernización de las economías regionales y efectiva integración latinoamericana.
Dejó, además, una lección. Se lo leía hoy en los ojos de la muchedumbre que lo acompañó a su última morada. Alfonsín demostró, a millones de argentinos, que se puede gobernar, al mismo tiempo, con audacia y con honradez.

Tres listas a la interna

En la reciente medianoche ocurrió el cierre de listas de precandidatos propuestos al Concejo Deliberante bahiense.
Se recibieron tres, las que serán oficializadas a comienzos de la semana entrante. Encabeza la 111 Roberto Ursino, edil en la actualidad, por Ingeniero White (fue delegado municipal). La 21, apadrinada por Oreste E. Retta (también concejal, hoy) lleva como primer proponente a José Luis Malet, vice del Comité R. Lavalle. La 51, acompañada por el ingeniero A.H.Roig y Juan Pedro Tunessi, muestra adelante al odontólogo villamitrense José Luis Benzi.
Acompañarán a Ursino: Patricia Piersigili y Andrea Mariño. Al Consejo Escolar, María Castera.
Con Benzi, Fernando Beratcabal y Lidia Lagoa al HCD; Sandra Junglus, al CE.
Malet completa con Mirta Olivera (es concejal en el presente) y Patricia Arrúa; Marcelo Watrakiewicz al Consejo.
La elección está prevista para el 19 de este mes.
La Mesa está organizando el acto comicial.
En la reunión de ayer, orientada por Ricardo M. Varela, se pintaron amables recuerdos de la militancia de Raúl R. Alfonsín. Animaron esas memorias Tomás F. Lobato, Néstor Errazu, Mario Giambartolomei, Jorge Bagger, Poroto Gutiérrez, Oscar García (secretario de la Casa) y gente de Juventud encabezada por M. Bustos.
En un momento se anunció el propósito de instalar un gabinete virtual, a modo del gabinete en las sombras que propone R.H. Terragno, lo que fue recibido con entusiasmo. Ya aportaremos más detalles.