sábado, 7 de agosto de 2010

Inolvidable Pedrito



Falleció a los 87 dejando un surco profundo en la democracia . Fue Rector normalizador de la UNS en el 83, por expreso pedido de Raúl R. Alfonsín. Había resignado la candidatura a Intendente municipal por no conciliarse en una lista única. Ecologista irrenunciable, transmitía con intensidad sus convicciones. Pedro representa uno de los valores más altos en la humanidad volcada al esfuerzo por la Paz y la Libertad. Lo lamentamos mucho, mucho.

viernes, 9 de julio de 2010

Propuestas para el cambio

La admirable descripción de Fernández Díaz (publicada más abajo) nos lleva a buscar propuestas para hacer frente a una realidad argentina oligarquizada. Las privatizaciones del menemismo han llevado a la monpolización privada e indeseable de los resortes de la economía, en manos principalmente de los aliados al peronismo.


Del cuadro de situación expuesto por el periodista de “La Nación”, surgirían estas alternativas:

1- Descentralizar la Anses, la AFIP y el Banco Central. Insertar mayores controles por parte del Congreso y las Provincias. Respecto de la SIDE, su sola existencia es un profundo rasgo de antidemocracia.

2- Recomponer a la provincia de Buenos Aires. El Conurbano rige las posibilidades del conjunto bonaerense y es, en realidad, mucho más dormitorio de los porteños que recurso de la Provincia toda. Hay que liberar a Buenos Aires del Conurbano y ligárselo a la CABA.

3- Los servicios de transporte deben ser sometidos a oferta internacional y a cooperativizaciones (según su escala). El Mercosur debería estar mapeado por una red global de medios de acarreo, que ayude a disolver los monopolios actuyales, como en Argentina y Brasil.

4- Reclamar la institucionalización de la CTA y estatizar las obras sociales, quitándosela a los gremios.

5- Negar a empresarios de alta capacidad económica el ocupar puestos públicos. Hugo Moyano es propietario de la estancia bonaerense más valiosa, en Henderson. Ni hablar de Macri, de Narváez, Kirchner, etc.

6- Impedir la coherción por parte de movimientos piqueteros con sus cortes de caminos y reformular el derecho de huelga de los servidores públicos. Los paros no pueden ser un castigo para los usuarios.

7- Instalar una fuerte legislación antimonopólica.

8- Los servicios básicos deben volver a la injerencia directa del Estado. Como propuso Rodolfo H. Terragno en su momento respecto de Aerolíneas Argentinas.

9- Reformular la política tributaria para ponerla a favor de la producción y el consumo. No, para abastecer a un aparato público desmedido y estéril como el de hoy.

10- Canalizar la información política a través de dos redes: una, oficial; la otra, de la oposición. Cada una con Radio, TV y gráfica. Sólo es legítimo lo que se anuncia cuando es claro el origen y la bandera de esa expresión. Que todos los otros medios actuales se ocupen de la recreación, la difusión cultural y científica.

11- La insoslayable seguridad demandada por todos debe ser cubierta con mayor inteligencia policial, mejorando sensiblemente los recursos dispuestos por los organismos de seguridad. Habrá que reconvertir el cuadro de fuerzas armadas, apoyando a las policías para lograr una mayor eficacia del irrisorio presupuesto que consumen soldados, aviadores, marineros, gendarmes y prefectos.

La oligarquía peronista

A los Kirchner les encanta atizar el fuego de la lucha heroica contra los "poderes concentrados". Esa expresión, que sirve para mantener alerta y cohesionada a la tropa y es fundamental para recrear la mística del "relato", viene desde los últimos años del primer peronismo. Eran los "poderes concentrados" los que habían derrocado a Juan Domingo Perón, proscripto al partido y sus íconos y divisas, secuestrado el cadáver de Eva, procesado y detenido a sus dirigentes y fusilado a sus leales.
Podían verdaderamente los peronistas explicar su heroísmo durante la resistencia; incluso en los turbulentos años 70, cuando intentaron un giro guevarista, y sobre todo durante la última dictadura militar, que los torturó y asesinó aplicando el más siniestro terrorismo de Estado.
Toda esa épica reconocible ha quedado, sin embargo, bastante lejos. A partir de la era democrática, el Partido Justicialista se transformó en un colectivo que gobernó y no dejó gobernar, una casta de dirigentes humildes que se transformaron rápidamente en millonarios habitantes de fastuosas mansiones, con poder territorial y presupuestos abultados. Y la capacidad para girar a derecha e izquierda y hacerle creer una y otra vez a la sociedad que los iguales eran distintos, y que en realidad los de antes no resultaban "verdaderos peronistas" como ellos, "los auténticos", que llegaban siempre ansiosos para un nuevo turno. Dentro de esa realeza política, que de algún modo se convirtió en lo que antes combatía, hay príncipes, duques y barones (del conurbano) que luchan por el botín y se enfrentan en batallas y traiciones para que todo cambie sin que cambie el fondo. Es decir, para que no haya alternancia y el peronismo siga su monólogo interminable.
Hay peronistas en el Gobierno y en la oposición; la maquinaria pejotista -ya un remedo indisimulable del PRI mexicano- condiciona a las administraciones que no son de su mismo color, y cualquiera sabe hoy que desde el más rebelde y "progre" hasta el más "derechoso" debe entrar en el peronismo para tener una mínima chance electoral. El peronismo, por aciertos propios e ineptitudes ajenas, triunfó. Y sabido es que cuando un movimiento que se autopercibe como revolucionario triunfa y se apoltrona en el poder, inevitablemente se vuelve conservador. El peronismo, más que ningún otro sector de este país, representa de ese modo una nueva forma de conservadurismo conducida por una nueva clase de oligarquía.
El gran narrador Jonathan Swift parecía hablar de las internas peronistas cuando escribía aquella imagen célebre: "Podemos observar en la república de los perros que todo el Estado disfruta de la paz más absoluta después de una comida abundante, y que surgen entre ellos contiendas civiles tan pronto como un hueso grande viene a caer en poder de algún perro principal, el cual lo reparte con unos pocos, estableciendo una oligarquía, o la conserva para sí, estableciendo una tiranía".
Es interesante la palabra "oligarquía", sinónimo supremo de los "poderes concentrados". La Real Academia Española la define como "gobierno de pocos", pero anota también otra acepción: "Conjunto de algunos poderosos negociantes que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio".
Ese "gobierno de pocos" se consigue, justo es decirlo, con el apoyo de muchos. La increíble ineptitud de las sucesivas oposiciones al peronismo hicieron posible esta paradoja: votar al menos malo y legalizar así mediante las urnas el sostenimiento de una estructura de señores feudales que terminan transgrediendo las reglas democráticas, realizando lo que no prometieron y dejando una bomba de tiempo económica.
Los peronistas dominan quince provincias y comparten porciones importantes de poder en otras seis. Más allá de fracturas momentáneas, son amplia mayoría en las dos cámaras del Congreso y en las principales legislaturas. Controlan grandes y pequeñas ciudades. Tienen una red gigantesca de punteros y planes sociales. Poseen las principales cajas públicas nacionales, provinciales y comunales, sin olvidar que utilizan como propios para tareas políticas y faenas de cooptación y hostigamiento a la Anses, la AFIP, la SIDE y el Banco Central. Nadie puede gobernar el país sin cierto consentimiento por parte de los principales intendentes del conurbano bonaerense, que administran desde hace décadas un territorio donde la desigualdad y la pobreza han crecido, y donde ahora cunde la anomia, el clientelismo y el gerenciamiento de la miseria.
La columna vertebral del movimiento domina el transporte de tierra, aire y agua de la Argentina: desde los camioneros y la Fraternidad y la Unión Ferroviaria hasta los colectiveros de todas las distancias, los pilotos de avión, los peones de taxi y los trabajadores portuarios responden a un mínimo gesto de Moyano, que también maneja a otros cien pequeños gremios. Su influencia llega a las tarifas, a los precios, impacta en la alimentación y en los peajes, y talla en todo el aparato peronista: es vicepresidente del PJ nacional y, como no le alcanzaba, también del bonaerense.
Sus competidores, los Gordos, cuentan con otros cincuenta gremios aliados, sin olvidar a los empleados de las estaciones de servicio, las agencias de seguridad, la sanidad, el comercio, los gastronómicos y los muchachos de Luz y Fuerza. Su poder de negociación es letal, y no hay empresario importante que pueda resistir el embate a fondo de estas organizaciones todopoderosas, encabezadas por burócratas enriquecidos. Ningún gobierno independizado del "partido único" sería capaz de sobrevivir sin "una pata peronista" o sin hacer un acuerdo espurio con todos estos jerarcas.
A eso el gobierno justicialista suma un ejército piquetero de 150.000 personas dispuestas a movilizarse, cortar calles y rutas, bloquear locales y escrachar personas. Me refiero a los militantes activos de Movimiento Evita, Tupac Amaru, Central de Movimientos Populares, Frente Transversal y Popular, todos ellos sensibles a la caja y los mandatos de la Casa Rosada.
Del viejo establishment no queda más que un grupo de empresarios asustados y con escaso margen para operar significativamente sobre la realidad. Muchos de ellos hacen excelentes negocios con el Gobierno, otros temen sus ataques y acompañan en silencio. Y luego están los que cedieron a la presión y al debilitamiento, y les vendieron a los capitalistas amigos de Kirchner, que fueron armando a su vez un conglomerado para hacerse dueños del agua, el gas, el petróleo y los medios. Los grupos adictos al peronismo se expanden y han logrado articular holdings impresionantes que reciben órdenes desde Olivos. Los bancos quedaron debilitados y sin fuerza para condicionar cualquier cosa cuando les arrancaron las AFJP: los más grandes y gravitantes son el Nación y el Provincia, cuyo control férreo está en manos del peronismo gobernante. Las cámaras empresarias fueron copadas o dividas. Las multinacionales que tenían servicios públicos le temen más al gobierno argentino que a Dios. La economía está más concentrada en la actualidad que en los aborrecidos años 90. Es el momento de mayor presión tributaria y más alto gasto público de la historia: el 72% está en manos de Presidencia de la Nación. Billetera no sólo mata galán. También mata ideal. Y con esos billetes, los perseguidos de antes son los perseguidores de ahora.

A esto se suma un sistema propagandístico en expansión formado por medios estatales y provinciales engordados con el erario; cadenas noticiosas y radios de primer orden que reciben publicidad oficial y negocios, y que propalan con entusiasmo las buenas nuevas y toman represalias contra los periodistas díscolos; diarios y revistas que están al servicio del oficialismo haciendo alharaca con la libertad de expresión pero que jamás investigarán ningún hecho de la corrupción kirchnerista.

En un país que es rehén -gozoso o angustiado- del peronismo, victimizarse y buscar chivos expiatorios, conspiradores destituyentes y sinarquías internacionales resulta, por lo tanto, un viejo truco vacío, casi una broma. Como pasar por contestatarios cuando son y representan al mismísimo statu quo, a la hegemonía en su punto de máxima cocción. Los "poderes concentrados" hoy los detentan en la Argentina precisamente los miembros del gran partido del poder. Una nueva oligarquía política que perdió la heroicidad hace mucho, mucho tiempo.

Texto publicado en "La Nación" por Jorge Fernández Díaz.
J.F.D. es periodista profesional desde 1981, cuando creó Retruco, una revista alternativa contra la dictadura militar donde escribían relevantes plumas censuradas por el régimen.
Fue también subdirector y miembro del grupo fundador del diario Perfil. Ejerció la dirección de la revista Noticias.
Actualmente, es secretario de redacción del diario La Nación y director del suplemento semanal adnCultura, la revista de los sábados que fundó junto con el ya fallecido Tomás Eloy Martínez.

lunes, 21 de junio de 2010

Balance de cierre


"No hay estructura política que consolide la democracia". Ricardo M. Varela, titular de la UCR local, satisfecho del periodo de mandato tras el cual lo reemplazará Aloma Sartor, lamentó la inmadurez institucional que domina el presente.
"Nos hicimos cargo con el propósito de activar a toda costa el radicalismo bahiense. Propusimos inmediatamente la formación de comisiones para atraer militantes y darles un objetivo. Hay varias en dinámico funcionamiento y que día a día han engrosado sus filas. Lo mismo planteamos para la región y se logró reunir a la mayoría de los distritos de la Sexta en encuentros periódicos que ayudaron principalmente a reordenar comités, como el puntaltense o el de Patagones".
"Nos iremos sin reclamar nada", afirmó el cofundador de Renovación y Cambio y de la Junta Coordinadora (en amistad con los Stubrin, el "Changui" Cáceres, Fredy Storani).

"Hay urgencia por reavivar la política en los partidos: llenarlos de militancia para el debate, los proyectos, la formación de dirigentes y funcionarios. Mucho dependerá de nuestro Comité provincial y de cuánto llegue a escuchar y hacer por los regionalismos bonaerenses", afirmó Varela.
"Identificamos siete agrupaciones locales y propusimos reunirlas en una Comisión de trabajo común. Lamentablemente, responden más a liderazgos que a criterios políticos y eso se vio en las tres listas que disputaron esta presidencia", reconoció.
Juzgando la vida bahiense, explicó: "Desde el Concejo Deliberante, ya en el 83, habíamos propuesto elaborar un proyecto, revisando aquel Plan de Reordenamiento Urbano de casi una década atrás". "Hoy, todavía, no existe", lamenta. "No tenemos un perfil reconocido, programado y permanente. Nos estamos manejando en un desorden que se paga con cuantiosos recursos: remodelación de las terminales, por ejemplo. Es increíble que los gastos municipales estén tocando los 700 millones de pesos, cuando los bahienses debemos estar en las 50 mil familias en posibilidades de pagar impuestos", espetó con su típico vozarrón.
Finalmente, aseguró que las finanzas de la Casa de Donado están en orden y que él optó siempre por pagarse cada uno de los gastos en que incurre en su función. "Eso es algo que no se le puede pedir a quien sigue", admitió.
Varela dejará en agosto y promete seguir bregando por la convocatoria a la militancia y a la unidad e identidad partidaria.

viernes, 18 de junio de 2010

Basta a los agravios

De la Rúa en visita a Bahía, 20 años atrás


Hay hartazgo con la irrespetuosidad con la que se trata a la persona de Fernado de la Rúa. Cotidianamente se agita una imagen de tonto con la que los medios de prensa ligados a lo peor de nuestra política supieron prenderle tras la caída de su mandato.
La Alianza arrancó su gobierno con una rápida renuncia de su vicepresidente, Carlos "Chacho" Álvarez, quien fue promotor de aquel encuentro.
Fuerzas que De la Rúa liga sostenidamente a Eduardo Duhalde gestaron los desmanes que apuraron la renuncia del dirigente radical.
Hoy, presuntos cómicos se florean con caricaturas que medran con la imagen popular de ineficiencia e irresolución y no hacen más que fastidiarnos.Es tiempo de poner freno a esas groserías que no sólo debilitan al progreso democrático sino que dañan a la Unión Cívica Radical. Si son ciertos los errores y omisiones que pudo cometer la Alianza, también faltó presencia del Partido en el reclamo de disparidades con aquellos criterios oficiales. De la Rúa, quien cumplirá 71, fue propulsor de la ley antidiscriminatoria, primer Jefe de Gobierno de la Ciudad deBuenos Aires; tres veces senador nacional y una, diputado de la Nación. Malversar una historia personal llena de responsabilidades y logros es ofender al mismo Pueblo que lo eligió para esas funciones.Hay nombres como los de Gil Lavedra, Storani, Llach, Patricia Bullrich, Fernández Meijide, Juan Pablo Cafiero, Terragno, Mestre o Jaunarena que compusieron ministerios en el periodo delarruista y son corresponsables de esos acontecimientos.Una figura presidencial no puede ser manoseada del modo en que se la ha dejado ensuciar. Así, se agravia al electorado que lo elevara a esa magistratura y se engrosa a las oscuras fuerzas de la reacción.

En la foto superior, con DLR, Carlitos Lemos, otro gran generoso muy difícil de olvidar.

miércoles, 9 de junio de 2010

Una nueva etapa

Somos una herramienta de difusión del ideario radical. No reconocemos identidad con ninguna línea interna. Sólo mostraremos el esfuerzo de la equidistancia. Nos comprometemos a la más honesta objetividad, sin renunciar a la pasión.
Nuestro trabajo tendrá por continente esencias a la UCR bahiense, permaneciendo a disposición de las voces de esta Región.
El Cívico será una vínculo de comunicación periódica en homenaje a la Democracia, en respeto a las libertades y a la corresponsabilidad social.
Solamente con Democracia podremos superar la profunda crisis promovida desde el poder monopolico globalizado. Debemos alentar todos los impulsos asociativos, cooperativistas, solidarios. Habrá que instalar un federalismo cabal para que las expresiones municipales tengan espacio en los gobiernos de las provincias y, entre todas, demos forma a la conducción nacional.
Se escucha de la desorganización e ineficacia de la oposición. El Cívico cree que esa falla radica en el vaciamiento de los partidos, los legítimos intermediarios entre la necesidad popular y las estrcturas de poder. Los monopolios se adueñaron de los principales medios de comunicación y ocuparon las funciones de los partidos . Nos quedamos sin escuelas de dirigencia, sin espacios para el debate y la proposición de programas. Elegimos continuamente entre nombres y caras sin posibilidades de imaginar y empujar ideas de transformación y cambio.
Sin partidos, la Democracia se asfixia. Los radicales vamos a reavivar el nuestro.

jueves, 17 de septiembre de 2009

CICLO LOCAL DE CONFERENCIAS DE LA U.C.R.

EL COMITÉ DE LA UNION CIVICA RADICAL DE BAHÍA BLANCA INVITA A AFILIADOS, SIMPATIZANTES Y PÚBLICO EN GENERAL AL CICLO DE CHARLAS A DESARROLLARSE EN SU SEDE PARTIDARIA DE LA CALLE DONADO 354 DE ACUERDO AL SIGUIENTE CRONOGRAMA:
DIA 18/09/09: “LOS FUNDAMENTOS FILOSOFICOS DE LA U.C.R. “, licenciado en Filosofía RAÚL IRIARTE
DIA 25/09/09: “LA POLITICA Y SUS PROTAGONISTAS“, doctor JUAN CARLOS CABIRÓN
DIA 02/10/09: “EL RADICALISMO EN EL PODER“, doctor NÉSTOR MARTÍNEZ ERRAZU
DIA 09/10/09: "EL RADICALISMO DE LOS AÑOS 30“, Profesor FABIÁN E. BARDA
DIA 16/10/09: “PENSAMIENTO SOCIAL DEL RADICALISMO“, Profesor MARCELO WATRAKIEWICZ

viernes, 4 de septiembre de 2009

El mercado del agua


Siendo el agua un recurso imprescindible para los seres vivientes, su provisión segura significa ni más ni menos que una obligación estatal.
En nuestra Argentina, el agua llega a los hogares ( y los casi hogares) acompañada de una factura que carga el precio de su consumo por locación individual (sea domicilio familiar o empresario).
No es común que se permita cortarle la provisión a quien no paga como pide el abastecedor ( y según tarifas permitidas por la autoridad). Pero sería entendible de acuerdo a las leyes del mercado.
¡Cuánta incongruencia! Entregar a cada familia o empresa el agua que reclama (y en la medida a la que accede a ella) a cambio de un precio es un sinsentido (por decirlo delicadamente).
No sólo el agua, sino todos los productos que llenan requerimientos esenciales para la vida deberían sacarse de los juegos de la oferta y la demanda.
El mercado es una corrupta ingeniería envilecida por las formas monopólicas. Es obvio que la fuerza que muestra la oferta es mandante de la demanda, la que depende de artilugios ideológicos y caprichos empresarios sin alcanzar representación significativa en el cuadro de fuerzas que caracteriza una sociedad.
Habría que cambiar radicalmente el esquema en uso y financiar la obtención y reparto del agua a través de rentas públicas (originadas en impuestos justos).
Otra vez caemos en que la voracidad fiscal causada por el agigantamiento estatal sofoca cualquier voluntad de cambio y antepone la urgencia recaudativa a toda razón.
Padecemos un sistema tributario escasamente justificable. Impuestos irracionales, como el de patentes que cobran las Provincias, al solo hecho de tener un vehículo cada día menos valioso y por el cual se abonó en su momento el IVA, ingresos brutos, impuestos internos, etc.
O el IVA mismo, que exige que todo aquel que ejerce el comercio le adelante al fisco el impuesto de lo que espera vender (cuando el gravamen está ligado al consumo del bien y no a su almacenamiento).
Hagamos fuerza para que se dé la ocasión de debatir todas estas incongruencias y se aporte a los ciudadanos el respeto que es nuestro mérito soberano.