Estamos cerquita de un renovado acto eleccionario. La UCR irá con lista propia para concejales y compartirá la de diputados nacionales y provinciales dentro del Acuerdo Cívico y Social, como se muestra en la ilustración de más abajo.
Tal como ha forzado la modernidad, vamos a elegir figuritas según álbumes propuestos para la ocasión. Los partidos están casi vaciados. Los grupos monopólicos han copado los medios de comunicación y dan forma a la vinculación entre la base popular y los funcionarios.
Lo que es fatal es que sin partidos esta forma de democracia se asfixia.
Los partidos preparan programas, forman dirigentes, elevan los reclamos vecinales a los entes públicos; controlan a los ejecutores de las políticas de gobierno.
Mucho más importante que renovar caritas en los congresos es recuperar la vida ciudadana rejerarquizando a los partidos.
La Unión Cívica Radical, con más de 100 años de historia y mucho más que uno o dos dignísimos dirigentes, ha sido la única entidad política que llevó a cabo internas para este momento comicial. En las otras se eligió "a dedo".
Una vez superado Junio, nuestro Comité pondrá en marcha un ejercicio organizativo de gran potencial: la conformación del Gabinete Paralelo para seguimiento, control y mejoramiento de la acción comunal. Esta estrategia es válida para reanimar cualquier partido capaz de sostenerse legítimamente.
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